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Se aproximan las vacaciones y lo que quiere la familia entera es escaparse ya sea a la montaña, a la playa o a cualquier lugar al aire libre que nos haga olvidar la rutina y el día a día, para poder pasar un rato diferente con los seres queridos, pues el día de hoy te traemos una casa de campo que será el sueño de cualquier familia con un estilo rústico, espacios interconectados y materiales sencillos que permiten una calidez ambiental maravillosa y encantadora.
Empecemos el recorrido.
Al llegar a la casa nos recibe una fachada preciosa que a pesar un diseño rústico es delicado en sus acabados, Con techos inclinados que generan diferentes perspectivas, techos de madera que muestran su materialidad sin miedo alguno, así como las paredes de ladrillo claro y de textura delicada, un techo más bajo permite la antesala a la casa de 113 m2.
Al irnos detrás de la casa conseguimos una terraza con un deck de madera que soporta el mobiliario de exteriores y que mantienen una calidez y frescura maravillosa, la fachada en este caso se encuentra completamente abierta gracias a los grandes ventanales que permiten la luz y ventilación natural a lo largo de los espacios sociales, un techo de madera con un material traslucido permite el paso de la luz controlado.
El corazón de esta vivienda es la cocina y el comedor, un espacio que permite el disfrute en familia y con relaciones visuales continuas con el exterior gracias a los grandes ventanales. La cocina se separa del comedor gracias a una barra larga que sirve como pantry y mesa de apoyo para la cocinar. Las lámparas son dos puntos importantes, una fusión de estilos y tendencia que se mezclan maravillosamente.
Haciendo un acercamiento a la cocina podemos notar los materiales o digamos los revestimientos, la cerámica de piso de un color beige que se mantiene en el tiempo y los topes de trabajo con una más oscura lo que permite un contraste sereno entre los diferentes azulejos que se encuentran en las paredes y en la barra de apoyo. Lo que no podemos dejar de lado es el horno a leña, remontándonos a épocas pasadas pero integrados esta vez a la zona y área de comida.
Desde el área social podemos apreciar una vista del paisaje maravillosa, ¿imaginan comer todas las mañanas con ese paisaje de fondo?, el material utilizado en las paredes fueron ladrillos en crudo, una mezcla de arcilla con cemento, curados con agua, un elemento que reduce el impacto ambiental.
Al entrar al baño conseguimos materiales y piezas mucho más contemporáneas como la cerámica usada en la pared de fondo y el piso, lo que permite resaltar la pared lateral revestida de azulejos, este es el elemento catalizador. Definitivamente una casa que nos enseña con experiencia y paciencia.
