Para muchos, vivir rodeados de naturaleza es lo cotidiano, pero no por ello menos especial. El dueño de esta casa ubicada en una zona privilegiada de São Paulo quería aprovechar el entorno circundante y hacerlo parte de su hogar. Para ello encargó el proyecto a Bianka Mugnatto, que junto con sus colaboradores, el ingeniero civil Helio Fronza y la arquitecta Ana Flavia Viscaino han hecho de esta casa de estilo rústico un verdadero hogar en el que disfrutar de una vida plena y en armonía.
Si algo caracteriza a esta casa es su privilegiada ubicación. Se trata de una vivienda unifamiliar, con dos plantas y una terraza que rodea todo su perímetro donde se han instalado hamacas y diseñado espacios para disfrutar de las vistas. Los materiales utilizados para su construcción son en su mayoría reciclados y naturales, como la madera, para poder encajar con la naturaleza que la circunda.
En la planta baja es donde se han situado las zonas comunes. Este espacio interior es una fusión de usos y de espacios diferenciados pero unidos por un suelo continuo y la ausencia de particiones.
En esta fotografía podemos apreciar las vistas tan maravillosas que se tienen desde la terraza en planta baja. El jardín se fusiona con la selva y las vistas se hacen infinitas.
¿Qué te parece? La sauna, con unos cerramientos de cristal, está totalmente inmersa en el paisaje natural. Además de esta sauna en esquina, la casa cuenta también con un gran jardín, zona de juegos y una pista de tenis.
El ambiente de la terraza es sumamente acogedor y cálido gracias a los materiales usados, como la piedra rústica de las paredes, el pavimento de baldosas, los muebles de madera y las vigas de eucalipto.
La cocina es una estancia grande, muy espaciosa y con un estilo rústico que recuerda a las antiguas granjas brasileñas. El horno de leña era uno de los requisitos más importantes del propietario, ya que le recuerda a su niñez. El resultado final es un lugar ideal para las grandes reuniones familiares.
La cocina es una verdadera obra de arte. Ubicada en el mismo espacio diáfano de planta baja que el salón y el comedor, la cocina consiste en un mueble de fábrica de ladrillo escalonado en el que el blanco y el negro son los colores que marcan su estilo tan peculiar.
Desde esta parte de la cocina existe una relación directa con el resto de espacios comunes y también con la terraza exterior. Gracias a las grandes superficies acristaladas y a los techos altos la luz natural invade hasta el último rincón de esta planta.
Esta casa de 250 m² fue construida en una parcela de 37 hectáreas. El objetivo era convertirla en un refugio para el propietario en medio de la naturaleza tropical. Sin embargo, aunque la casa estaba prevista inicialmente para el descanso de las vacaciones, con el tiempo se convirtió en un hogar permanente .
Dentro de este espacio diáfano de planta baja, el salón es el que más espacio ocupa. Ubicado en una esquina, cuenta con gran cantidad de luz natural gracias a los cerramientos de vidrio. Los sofás de piel marrón, los muebles de madera y los tejidos cálidos hacen de este lugar uno de los más acogedores de la casa y de los mejores para disfrutar de las vistas.
La escalera es un diseño que pretende ensalzar la naturaleza que rodea la vivienda. Construida con troncos de eucalipto, tiene un diseño en bruto que consigue meter un poco de naturaleza salvaje en los interiores domesticados.
El dormitorio, ubicado en primera planta, cuenta también con unas vistas espectaculares desde su ventana que hace las veces de balcón. El techo alto de madera y los tejidos y lámparas mantienen la atmósfera rústica pero elegante que veíamos en la planta baja.
En la planta primera es donde se han situado los dormitorios y los cuartos de baño. Estos últimos con el mismo estilo rústico y elegante que el resto de la casa, con muebles de madera y una combinación de blanco y azul.
Si prestamos un poco más de atención al cuarto de baño veremos que está lleno de detalles, como las perchas para la ropa, los muebles de las toallas, las plantas en el lavabo y esas carpinterías de madera tan elegantes de las ventanas.
En este caso, aunque se sigue manteniendo un estilo rústico, el dormitorio de invitados o infantil es mucho más sencillo, con pocos muebles y un techo de madera plano. Pero el paisaje sigue colándose y siendo el principal protagonista de la estancia.
Terminamos este libro de ideas con la imagen exterior de la casa desde el jardín y la piscina. Una obra que ha conseguido hacer de la relación con la naturaleza su característica más fascinante.