¡Una adorable casita colonial!

Joelia Dávila Joelia Dávila
Caseiros House , SAMF Arquitectos SAMF Arquitectos منازل
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Hoy visitaremos una hermosa casa de estilo colonial portugués ubicada en lo alto de la montaña, rodeada de viñedos, pinos y un paisaje celestial. Un refugio perfecto para quien ama el contacto con la naturaleza, la tranquilidad del campo, la buena comida y los buenos vinos, ¡por supuesto!

Hablamos de Casa Caseira, una vivienda ubicada en Mesão Frio, en el valle del Duero en Portugal, la cual es una región montañosa debido a la acumulación de tierra y rocas a lo largo de los siglos, y que se ha definido, gracias a la erosión del viento y el desarrollo de la población, en niveles que separan al terreno en una especie de pisos, los cuales son perfectos para el cultivo de la vid y la producción de vino de Oporto. A manos del despacho SAMF Arquitetos, el diseño de esta casa es la punta de lanza para un proyecto de renovación y expansión de la zona, cuyo objetivo es incrementar el turismo y consolidar las actividades agrícolas. 

Como veremos a lo largo del recorrido, la adorable residencia se relaciona de una manera armónica y maravillosa al paisaje natural pero, sobre todo, a las construcciones existentes, respetando colores, materiales y acabados. Acaso el dejo de modernidad que presenta consiste en el tratamiento de carácter contemporáneo que se le dio a la forma, que a pesar de ser prácticamente igual al resto de las casas, luce renovada, luminosa, moderna, ¡como si hubiera viajado en el tiempo! Esta casa es una fiesta espacial que celebra las tradiciones arquitectónicas de un Portugal antiguo pero moderno y funcional, y nos lleva de la mano hacia una especie de mundo imaginario en donde el tiempo se ha detenido. El recorrido lo haremos por medio de las fotografías de José Campos, fotógrafo… ¿listo para conocerla?

Armonía con el entorno

Casa Caseira cuenta con sólo 70 m2 de construcción, los cuales se distribuyen en sala de estar, comedor y cocina en un mismo espacio, dormitorio, baño y un pequeño balcón o terraza al frente. Una vivienda pequeña pero suficiente para vivir en armonía dentro y fuera de ella.

Como se puede observar, la casa se fusiona con las construcciones circundantes, los materiales, las formas y los colores siguen un patrón local, respetando la arquitectura tradicional y colonial portuguesa. El color blanco, las tejas, la mampostería sencilla, las ventanas y puertas pintadas de azul añil, siguen el lenguaje de las casas vecinas y establecen una relación armoniosa con la zona en una especie de celebración de la cultura y la tradición local.

En medio del viñedo

Para decidir si una vivienda es perfecta para nosotros y nuestra familia, no sólo el aspecto económico es importante, también la ubicación lo es. El entorno en donde se encuentra nuestra futura casa es clave si lo que queremos es mejorar nuestra calidad de vida, pero ¿a qué nos referimos al hablar de calidad de vida? A disfrutar de la vida diaria, a contar con un espacio placentero, disfrutable, en el que pasar el tiempo se convierta en un deseo constante y no en una actividad cotidiana o por necesidad…  

Habitar en una región fascinante como el valle en donde se ubica Casa Caseira permite tener contacto diario con la naturaleza, respirar aire puro, sentir los aromas, los sonidos y sabores del campo, los que calman el alma y tonifican el cuerpo. ¡Es imposible no quedar hipnotizado por el paisaje natural que rodea la casa! Los viñedos, las montañas a lo lejos, el paisaje paradisíaco, es simplemente impresionante…  ¡eso es calidad de vida, y es maravilloso!

Elementos tradicionales

La vivienda cuenta con algunos elementos tradicionales de la arquitectura residencial de Portugal, como la terraza o porche, como un espacio de transición entre el exterior y el interior de la casa, y el muxarabi, el cual es una especie de celosía, la protección de un vano, ya sea puerta o ventana, que permite la ventilación natural a la vez que protege la privacidad de los residentes. Estos dos elementos fueron incorporados a la arquitectura de Brasil por los portugueses en los tiempos de la Colonia, y ahora son detalles que reflejan el lenguaje espacial de una región.

Patio de entrada

El balcón es hoy un elemento típico de la arquitectura brasileña gracias a los portugueses, por lo que es considerado un elemento de relación entre las dos culturas. En esta casa, el balcón o terraza consiste en un corte en uno de los extremos del cubo del edificio, convirtiéndolo en un espacio vacío que se aprovecha de la proyección de los volúmenes a su alrededor; es abierto y fresco, proporcionando un área de sombra y convivencia protegida del calor.

Para más ideas de patios, terrazas y porches de entrada, visita 6 cocheras y porches diseñados por arquitectos mexicanos.

Estancia

El interior de la casa conserva el mismo carácter rural de afuera, pero haciendo especial énfasis en la funcionalidad de la vida moderna gracias a la integración de áreas en un espacio amplio y abierto, como lo es esta estancia compartida entre acceso, sala, comedor y cocina, además de la interacción con el paisaje natural gracias al ventanal. El color que destaca en toda el área es el azul añil del soclo, la marquetería, la puerta, los muebles y el muxarabi, pero se distingue también muy sutilmente un piso de baldosas de diseño geométrico en verde y blanco, convirtiéndose en un especial lienzo que mezcla la modernidad con la tradición. La madera rústica del comedor y la chimenea del fondo le dan un toque de tradición y un encanto especial, mágico, al ambiente.

Cocina

A diferencia de lo que hemos visto hasta ahora, la cocina es sorprendentemente moderna, funcional y sofisticada. El único elemento tradicional en esta área de la casa es el piso con las baldosas verdes y blancas. Cierto es que los marcos azules de las puertas y ventanas establecían un diálogo directo con el entorno de la zona, pero en el caso de la cocina el color azul sirve para dotar de personalidad y sofisticación al ambiente: volúmenes que entran y salen, se abren y sombrean en un color azul intenso sobre un lienzo blanco purísimo… Y para cerrar con broche de oro, la encimera se cubre de un mármol blanco con nubes grisáceas que surten de elegancia y glamour al lugar, contrastando maravillosamente con el comedor de madera rústica y sillas azules.

Dormitorio

En la habitación predominan los colores neutros: el blanco puro de las paredes y cielo, y un piso de baldosas en un claro color verde pastel. Sólo resalta el azul de la marquetería, la puerta y la ventana. El techo inclinado es un elemento estructural que cubre de magia y calidez la estancia, esperando vestirse de muebles acogedores y maravillosos que complementen y se sumen al encanto.

Detalle en el rincón

Un hermoso detalle que ilumina la casa con su calor y estilo: la chimenea de hierro a la orilla de la estancia, junto a la ventana azul sobre un blanco escenario y bajo un techo inclinado, ¿es que se antoja algo más encantador que esto? Mirar por la ventana un horizonte cubierto de floridas montañas, en la mano una copa de vino y a un costado el calor constante de la leña al rojo vivo… no, no se necesita más.

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