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¿A quién no le encantan los interiores de viviendas con techos altísimos? Sin duda, una casa con una gran altura de techos es una oportunidad y un caramelito
para cualquier profesional de la Arquitectura o de la decoración, y casi me atrevería a afirmar que podría ser el sueño de cualquiera. Y es que unos techos altos ofrecen una oportunidad extra de aprovechamiento del espacio y, bien trabajados, nos permiten un diseño de interiores mucho más lucido. Pero, cuidado, si no se plantea bien la decoración de una vivienda de estas características y el aprovechamiento de los espacios en toda su dimensión, una elevada altura de techos puede ser un arma de doble filo. A menudo acostumbramos a pensar la distribución de nuestras viviendas en planta, es decir, teniendo en cuenta sólo su superficie (largo por ancho), olvidándonos de la tercera dimensión, la altura. Pensar el espacio en volumen y no en superficie, es decir, dar el salto a la tercera dimensión nos permitirá sacar el mayor partido posible a la vivienda y también nos aportará una mayor riqueza espacial, creando ambientes más complejos en su configuración y más controlados, convirtiéndolos en realmente especiales y únicos.
Otra cuestión que hay que tener en cuenta cuando tenemos techos altos es el tema energético, otro de los contras
que nos podemos encontrar cuando tenemos una casa así. Nuevamente hemos de pensar en 3 dimensiones y no en dos, pues a la hora de climatizar una vivienda, no debemos conseguir la temperatura y humedad adecuadas para unas superficie sino para un volumen; cuando el volumen es mayor, porque la altura es elevada, necesariamente va a implicar un mayor consumo energético a la hora de climatizar el espacio. Por ello, es importante controlar la altura allá donde sea necesario conseguir una temperatura mayor y elegir el sistema de climatización más adecuado para este tipo de espacios, pues cada uno tienen unas especificaciones propias que lo hacen más recomendable para cada situación. Estas cuestiones que pueden volverse aspectos negativos de viviendas con techos altos son fácilmente controlables con los mecanismos adecuados. Jugar con falsos techos, altillos, desniveles, etc. nos permitirá cumplir con los objetivos de sacar el máximo partido a la casa, no se despilfarrar energía y que estéticamente consigamos una casa de revista
. Veamos en qué consisten algunos de estos recursos que podemos utilizar para aprovechar unos techos altos.
Cuando hablamos de techos altos no sólo debemos pensar en esos interiores de aspecto palaciego con altísimos ventanales y elevadísima altura de techos. Disponer de unas alturas de 3 m ya es una suerte hoy en día (la mayoría de los pisos comunes tienen en torno a 2,4 m). Alturas de esa magnitud ya permiten utilizar recursos para sacar un gran partido al espacio y crear ambientes realmente interesantes. Para ello, el uso de falsos techos será un mecanismo ideal pues nos permitirá disfrutar, al menos, de dos niveles en los techos. Con ello, podremos dar movimiento al espacio, creando transiciones que harán las circulaciones entre las estancias de la vivienda mucho más ricas.
Este es el recurso empleado en esta preciosa vivienda rehabilitada por el equipo de degoma
, donde se bajan los techos en los espacios de circulación, lo que ayuda a dar más valor a la altura que tienen las estancias principales y a destacar el entrevigado de madera original.
Jugar con falsos techos es siempre recomendable y podemos aprovechar las zonas donde el techo baja para crear un espacio extra de almacenamiento. Hemos, eso sí, hacer accesible este espacio que queda entre el falso techo y el forjado, bien por una trampilla que dejemos en el propio falso techo o bien por unas puertas a las que accedamos desde el espacio contiguo de mayor altura.
También podemos utilizar el nivel más bajo de techo para el paso de instalaciones o para colocar iluminación empotrada, candilejas y cualquier otro tipo de luz que no vaya en superficie. Jugar con la luz también nos servirá para aumentar la riqueza espacial, como ocurre en el vestíbulo de la imagen.
Si la altura de techos es muy, muy elevada, la idea del falso techo puede derivar directamente en un altillo. El concepto es similar: jugar con las alturas de los techos, creando espacios a diferentes alturas a la vez que ganamos un espacio que podamos aprovechar para otro uso.
En la vivienda de la imagen, ponen en práctica este recurso para diferenciar la zona del comedor y la sala de estar, que comparten un mismo espacio de gran altura. Se consigue, así, un ambiente más íntimo para la zona de estar, ganando además un espacio para zona de lectura que se asoma al espacio principal.
Cuando tenemos techos muy altos en una vivienda pequeña, pensar en la tercera dimensión y aprovechar todo el volumen de ésta resulta casi obligatorio. Ganar una zona de estar extra, un pequeño dormitorio o un área de relax, nos servirá para liberar la zona inferior, quedando la vivienda más desahogada. Este tipo de decisiones, además, nos servirán para darle más valor la vivienda, pues ampliaremos sus metros útiles y las posibilidades de ésta.
Si tenemos una vivienda con grandes alturas de techo, no sólo tenemos la posibilidad de jugar con dicho techo, también podemos recurrir a cambios de nivel en el suelo. Este tipo de soluciones no son aptas para cualquier persona, puesto que hay que tener en cuenta que supone crear barreras físicas dentro de la vivienda. Pero si las personas que disfrutarán la casa no tienen ningún problema de movilidad, sin duda, jugar con cambios de nivel en el pavimento resulta un recurso que genera una gran riqueza espacial. Resulta muy apropiado en espacios diáfanos para crear áreas diferenciadas dentro de él, como sucede en esta sala de estar y el comedor contiguo, pues aumentan la privacidad de los espacios sin perder la fluidez espacial, generando interiores muy dinámicos.
Hemos hablado del aprovechamiento de techos y suelos en casas que disponen de techos altos, pero, ¿qué hay de las paredes? Las paredes de este tipo de viviendas con superficies de grandes dimensiones, puesto que, al menos, la altura es elevada. No debemos, entonces, desaprovechar este lienzo en blanco
que la vivienda nos ofrece!
El color puede ser uno de nuestros grandes aliados para jugar con estas paredes y cargar de expresividad al espacio.
Podemos utilizar también las altas paredes para colocar un cuadro de gran formato, una composición con marcos de distintos tamaños en los que colocar bonitas láminas o sugerentes fotografías o como soporte de cualquier elemento de decoración interesante que tengamos. O, por qué no, para la instalación de una gran librería, como sucede en la vivienda que vemos en la imagen.
