La elección de un sistema de calefacción tiene que responder a varios puntos. Uno es el estético: no es lo mismo instalar un radiador que una chimenea a leña o una moderna estufa de bioetanol.
Otro punto clave es qué instalación de gas o electricidad cuenta el hogar, y que infraestructura permite (o no) opciones como colocar una chimenea o instalar placas fotovoltaicas que presenta un sistema de calor más sostenible. Y también, hay que conocer bien las opciones económicas combinadas con el confort. O sea: una estufa eléctrica puede calentar rápidamente un ambiente, pero implica un gran gasto de energía.
Los radiadores harán aumentar la factura del gas, en tanto que una chimenea a leña podrá ser muy romántica, pero es tan poco práctica que sólo se destina a ocasiones especiales.