El lugar de donde ningún niño quiere salir en verano, con el que todos soñamos cuando empiezan los meses de calor, donde las fiestas en verano terminan o donde nos quitamos la arena de la playa: las piscinas son los espacios más frecuentados en verano.
En este artículo os presentamos diez espectaculares piscinas, donde nadar lejos del estrés de la vida cotidiana se convierte en algo más que echarse unos largos.
Las piscinas infinitas son, con toda probabilidad, una de los tipos más espectaculares que podemos encontrar actualmente en este mundo submarino. Sus límites se pierden en el horizonte, en el mar, en el cielo o en la montaña.
Seguimos con el ranking de piscinas espectaculares y, cómo no podía ser de otra manera, tenemos que hablar de las piscinas naturales. Además de su belleza y los privilegiados paisajes que forman, esta clase de piscinas funcionan totalmente sin cloro ni productos químicos; un conjunto de gravas y piedras y especies naturales filtran y depuran sus aguas cristalinas.
Una piscina cubierta resulta muy práctica en los meses fríos. Sin embargo, ésta que os presentamos a continuación tiene algunas peculiaridades: el fondo se desplaza verticalmente, de manera que podemos regular la profundidad que deseemos. Y por si fuera poco, éste se nivela con la superficie y… ¡voilà! La piscina desaparece, albergando este espacio cualquier uso diferente.
De estilo mediterráneo, esta piscina con forma de termas se convierte en un auténtico lugar para la meditación y el relax: unas velas aromáticas, luz tenue y el único sonido de nuestras burbujas.
No hay nada como una piscina con vistas panorámicas. Ya sea con un fondo montañaso, el mar, la selva o las luces de la ciudad: cualquier telón de fondo nos quitará el aliento.
Y da igual si una piscina es pequeña, si por el contrario, cuenta con: ¡una cascada! Con efecto masaje, este espacio se convertirá en el favorito por todos: un auténtico spa en casa.
Y en contra de lo que todos pensábamos, con esta ejemplo podemos afirmar que no todas las piscinas tienen que necesariamente ser azules. Una iluminación interior puede crear efectos y colores increíbles.
Y si es el espacio más reclamado por todos, ¿por qué no duplicarlas? Bajo un estilo clásico, estas dos piscinas se duplican creando dos espacios distintos, donde realizar diferentes actividades: en la izquierda, diferentes chorros de hidromasaje nos relajan, mientras disfrutamos sentados dentro del agua; en la derecha, un espacio donde nadar unos largos.
¿Nadar o dejarnos impresionar? Convertido en una auténtica obra de arte, este fondo nos quitará la respiración, nunca mejor dicho.
Y aunque solemos pensar que las piscinas cubiertas no tienen el mismo encanto, éste espectacular proyecto no dejará lugar para prejuicios. Iluminada naturalmente por los cerramientos de vidrio, bañarse en el cielo ya es posible.