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En esta ocasión os proponemos descubrir la impresionante transformación de un chalé de los años treinta. El reajuste que se ha llevado a cabo en los diferentes espacios se ha hecho con un estilo muy sofisticado, equilibrado y con un toque oriental. De esta manera, la vivienda ha adquirido una identidad única.
El desplazamiento de la escalera central así como la elevación de los techos o la ampliación de las ventanas son algunos trabajos que han permitido volver a definir la casa y hacerla más contemporánea. Se ha construido también un nuevo garaje y la zona de la piscina ha sido renovada. Pasemos pues a ver el resultado de este trabajo fruto de la colaboración del decorador Peter Kammermann y el arquitecto Pascal Tanari.
El estilo clásico de la vivienda refleja la cultura de la zona, el diseño arquitectónico tradicional de esta región francesa. En contraste, se ha creado un saliente con un estilo más moderno que alberga la escalera, de la cuál hablaremos más tarde. Por lo tanto, la fachada es en este caso algo más que una simple cara, es la vigencia de un estilo que habla de linaje y le ofrece un valor adicional.
Nos encontramos en el salón, donde la calurosa atmósfera nos atrapa. El color ocre de las paredes aporta un aire oriental, acentuado por algunos de elementos decorativos presentes. El espacio es muy amplio y ya nos estamos imaginando que debe ser la envidia de todos los invitados.
La cocina y el comedor se unen para formar en un solo espacio inundado por la luz natural que traspasa los inmensos ventanales. Moderna y luminosa, cumple diversas funciones sin renunciar a ser acogedora y cálida.
Al entrar en el dormitorio nos adentramos en el mundo de los sueños… La luz tamizada acentúa un ambiente acogedor que propicia el descanso y la desconexión de todo lo mundano. Cabe mencionar el excelente gusto con el que la habitación ha sido decorada, asociando las referencias orientales y los colores con diversos matices.
Descubrimos ahora un cuarto de baño rústico. Confortable y original por igual, este pequeño espacio goza de todo aquello con lo que se puede soñar para relajarse con un buen baño caliente, para arreglarse por la mañana o para prepararse antes de un acontecimiento especial. Este aseo es un ejemplo de como la sencillez poder ser sinónimo de buen gusto frente a excesos y florituras innecesarias.
La majestuosidad que desprende de estas escaleras recuerda a los palacios reales de los cuentos de hadas. La claridad se refleja en el blanco de las paredes creando una sensación de calma total. Tanto es así, que da la impresión de elevarse sobre el suelo y empezar a volar.
Por último, nos encontramos con una encantadora y agradable terraza. Una zona de distensión seguramente se convertirá en un uno de los lugares predilectos de la casa. La elección de una tonalidad brillante para la madera aporta un toque cálido y exótico que recuerda a la decoración interior.
Como hemos visto, son muchos los aspectos que aportan a una casa su personalidad y su punto diferenciador. Si quieréis conocer otras tendencias en diseño de interiores, os recomendamos que visitéis este libro de ideas.
