Interior de revista en una casa al más puro estilo andaluz

Silvia Pino Silvia Pino
Casa Hazewinkel, Domingo y Luque Arquitectura Domingo y Luque Arquitectura بلكونة أو شرفة سيراميك
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En Andalucía el sol está presente casi todos los días del año. Un sol potente que te calienta en invierno y te quema en verano. Por eso la arquitectura tradicional en el sur de nuestro país es una arquitectura blanca, con paredes de cal para que ese sol -que puede convertirse en nuestro enemigo- pueda reflejarse y no colarse hasta el interior. Pero también es una arquitectura de patios interiores, a los cuales se vuelca o se volcaba la vida más íntima y privada y en los que el aire fresco corre entre sus esquinas y las pilistras encuentran su rincón. Y también es una arquitectura de azoteas y de cubiertas de tejas cerámicas y de porches y de muchísima luz. Y como ejemplo de todo esto, os traemos un proyecto realizado por el estudio Domingo y Luque Arquitectura. Una vivienda unifamiliar en Los Pinares de San Antón, en Málaga.

Arquitectura blanca

La vivienda unifamiliar de varias plantas es un claro ejemplo de la arquitectura blanca tradicional. Cuenta con varias plantas, balcones y terrazas y un amplio jardín que rodea toda la casa. Los huecos en fachada, lejos de buscar aislarse de la calle y volcarse únicamente al patio son grandes balcones por los que entra la luz, pero se protegen del sol por medio de una elegantes contraventanas de madera.

Luces y sombras

Al ser una vivienda tan expuesta al sol, era necesario trabajar bien con la luz y poder generar espacios de sombra que vayan cambiando a lo largo del día. La sombra es un gran aliado y la mejor herramienta natural que podemos encontrar para poder mantener fresca la casa. Por eso un buen diseño desde el inicio es fundamental para mantener unas buenas condiciones de confort y evitar un gasto excesivo de energía para la refrigeración en verano o la calefacción en invierno.

El jardín

El jardín que rodea la casa parece no tener fin ya se fusiona con el paisaje del Monte de San Antón. Un paisaje idílico que puede disfrutarse desde muchos lugares de la casa. Como desde la terraza de la planta baja.

El patio andaluz

Son muchos los poetas que hablan del patio andaluz como un espacio que forma parte de sus recuerdos, de su vida. El patio andaluz como centro neurálgico de la casa, como pulmón. El lugar donde se vuelcan las conversaciones de los balcones pero también donde se puede encontrar un momento de silencio y soledad.

Recuerdo aquel rincón del patio en la casa natal, yo a solas y sentado en el primer peldaño de la escalera de mármol. La vela estaba echada, sumiendo el ambiente en una fresca penumbra, y sobre la lona, por donde se filtraba tamizada la luz del mediodía, una estrella destacaba sus seis puntas de paño rojo. Subían hasta los balcones abiertos, por el hueco del patio, las hojas anchas de las latanias… Luis Cernuda. El tiempo.

Interiores acogedores

Los interiores siguen manteniendo la luz como principal elemento. Las grandes ventanas consiguen que el sol se cuele hasta el último rincón, pero siempre existen elementos de protección para el sol más intenso, como las cortinas que vemos constantemente en cada una de las ventanas. Cortinas en color crema, al igual que la mayoría de los muebles y tejidos. También aparece la madera clara y colores tostados, manteniendo una sensación de conjunto y un ambiente cálido y muy acogedor. 

Color en el comedor

Aunque seguimos viendo tonos neutros y colores claros, en el comedor, junto a una salita, se utilizan también colores vivos como el azul o el naranja. Mediante, por ejemplo, un cuadro en el centro del salón que protagoniza el espacio, pero también por medio de las sillas del comedor. 

Un espacio que se diferencia de la estética tradicional de la fachada y empieza a mezclar elementos de varios estilos pero manteniendo siempre una atmósfera romántica y muy mediterránea.

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