Volamos hacia Portugal y desde Porto te mostramos una pequeña casa que sufrió una gran transformación. Obra del arquitecto Ricardo Caetano de Freita, la vivienda se desarrolla en dos plantas con un amplio altillo que aloja dos dormitorios.
Blanca, luminosa y minimalista, esta casa es sinónimo de equilibrio y comodidad. ¡La conocemos!
Así estaba la vivienda antes de ser intervenida. Presentaba el desgaste propio del paso del tiempo. Su fachada no esta en mal estado, pero necesitaba un cambio, quizás, moderno y atractivo.
Desarrollada en dos plantas, la estructura contaba con bastante potencial para sumar más estancias.
Recurso didáctico si los hay, esta maqueta nos muestra mejor la transformación que sufrirá la vieja vivienda. La planta baja se convertirá en garaje, el primer piso alojará las estancias comunes y, en la vieja terraza, se sumará un nuevo espacio con baño y dos dormitorios increíbles.
La nueva fachada muestra un gran cambio. Los muros han sido cubiertos de azul y las aberturas se han resaltado en blanco. Abajo se diseñó el garaje y al lado se ubica la entrada peatonal que, gracias a una escalera de madera, conduce al primer piso.
En cuanto a la paleta de colores, el color gris se apega al azul y el blanco se encarga de los contrastes.
Los interiores sobresalen por un diseño minimalista: amplios, sencillos y elegantes. La madera se convierte en favorita y viste con encanto muebles, escaleras y pisos. Todo los espacios son blancos y luminosos.
En la planta alta existe una sola división que separa la cocina del living-comedor. Un cubo gris, que en su interior aloja un baño, se encarga de delimitar esos espacios. En la misma pared, un mueble suspendido diseñado en el mismo color aporta ritmo al diseño.
Hacia el otro extremo del comedor se ubica el living con una atractiva estufa a leña. Luminoso, gracias a las ventanas que dan hacia la calle, el espacio se siente amplio y súper cálido. ¿Qué te parece?
En el otro extremo encontramos la cocina. Diseñada a lo largo de los muros cuenta con un diseño moderno y múltiples espacios de guardado. Una ventana alargada se encarga de ventilar e iluminar este pequeño pero muy cómodo espacio.
En el piso comprobamos, nuevamente, la continuidad y elegancia de la madera.
Subimos al nuevo piso que se diseñó en la antigua terraza y el resultado es increíble. Se proyectaron dos dormitorios y una baño. Para iluminar las estancias se colocaron tragaluces en los techos.
La estancia, al igual que el resto de los espacios de la casa, sobresale por su diseño minimalista. ¡Pura armonía!
El baño interrumpe la hegemonía de la madera. En este espacio predomina la cerámica y transparencias. El resultado está a la vista: moderno, luminoso y funcional.¡ Se ha aprovechado cada m2!
El dormitorio principal es perfecto. Blanco al extremo se ve mucho más amplio de lo que es en realidad. Los muebles, diseñados a medida, maximizan aún más la pequeña estancia. Finalmente, la iluminación es un punto a destacar. Durante el día, la ventana lateral garantiza que entren los rayos de luz. Por la noche, un sistema integral de luces ilumina el espacio y el mobiliario.
¡Seguí viendo más proyectos en homify!