Cómo tener una piscina perfecta

Isabel Rodríguez Isabel Rodríguez
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Hablar de la época estival es hablar de calor, sol, vacaciones y, cómo no, de piscinas. Son las reinas indiscutibles para combatir las altas temperaturas propias de los meses estivales y, quién más y quien menos, acude en algún momento al placer de darse un buen ‘chapuzón’ para refrescarse. Tener uno de estos elementos en casa es una oportunidad fantástica de disfrutar de los placeres acuáticos alejado de miradas indiscretas. La intimidad tiene, no obstante, un precio que va más allá de la mera inversión económica. La preparación y, más aún, el mantenimiento, son fundamentales a la hora de tener una piscina perfecta.

Consideraciones estéticas al margen (el diseño y ejecución son el primer paso para poder hacer uso de este recurso tan preciado), hay ciertas labores diarias y semanales que no hay que descuidar si queremos que las aguas cristalinas nos reciban cuando los mercurios no den tregua. Pero ¿cómo mantener la piscina en perfectas condiciones? ¿Cuáles son los productos más apropiados para la desinfección del agua? ¿Qué debes saber sobre el cloro o el nivel de ph justo? Los profesionales son quienes mejor pueden asesorarte al respecto, incluso, cuando el estado de tu piscina no invite demasiado a considerarla como un recurso con el que sofocar el calor.

Sea como fuere, en este libro de ideas recopilamos algunos aspectos básicos del mantenimiento en forma de 7 claves para tener una piscina perfecta. ¿Listo para un baño de inspiración? ¡Toma nota!

​Puesta a punto de la piscina

A estas alturas del verano es posible que lleves semanas disfrutando de tu piscina aunque, si la misma está en una segunda residencia o una casa de verano, puede que el reencuentro se haya demorado hasta ahora. En cualquier caso, antes de entrar en aspectos claves del mantenimiento tales como el cloro, el ph justo o la desinfección del agua en general, hay que hablar de la puesta a punto de la piscina.

En este sentido, conviene asegurarse que todo está en orden y no es necesario realizar reparaciones ya que, durante el invierno, pueden surgir complicaciones. Además, deberás limpiar la piscina, eso sí, evitando el jabón dado que reacciona con el cloro que, por otro lado, es básico una vez puesta en marcha. La depuradora es otro de los puntos básicos a la hora de preparar la piscina. Asegúrate de limpiar el filtro y comprobar que su funcionamiento es correcto. Una tarea muy recomendable es dejar que realice el proceso de filtración durante un día entero.

Cloro

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Seguro que, antes incluso de tener tu propia piscina, ya habías oído hablar del cloro como método de desinfección del agua. En la práctica, la cloración no es, ni más ni menos, que añadir un compuesto químico de cloro para mantener el agua limpia. Es habitual que, al inicio de la temporada de piscina, se aplique un tratamiento de choque liberando gran cantidad de cloro aunque, en el transcurso de la misma, lo más frecuente es apostar por un tratamiento de acción continuada. Hace unos años, era frecuente emplear cloro líquido para la desinfección del agua aunque, hoy en día, prima la comodidad y, en este sentido, las soluciones suelen presentarse en forma de pastillas de cloro o granulado que se aplican siguiendo las instrucciones del fabricante.

Generalmente, se colocan las pastillas en el propio skimmer de la psicina o una boya flotante en el caso de piscinas desmontables. El proceso de liberación del compuesto es paulatino aunque hay que comprobar que tenga su nivel adecuado y lo propio con ph justo que debe situarse entre 7 y 7,8 para que la cloración sea eficaz.

Ph justo

Uno de los parámetros básicos del mantenimiento de la piscina es el ph. Su regulación es una tarea esencial ya que, en la práctica, permite conocer la acidez o basicidad del agua en una escala comprendida entre el 0 y el 14. El nivel de ph justo se sitúa en valores que van desde el 7,2 al 7,6 aunque hay quien flexibiliza la horquilla entre el 7 y el 7,8. Para saber si está o no desajustado es necesario disponer de un kit de análisis de cloro y ph y realizar la prueba periódicamente para comprobar que todo está correcto o es necesario recurrir a productos estabilizadores.

En la práctica, no tener el nivel de ph justo puede ocasionar tanto una merma en la efectividad del cloro y sus consecuentes efectos sobre la desinfección del agua (aparición de algas, agua verde… ), como molestias para los bañistas tales como escozor en los ojos o irritaciones en la piel. En ambos casos, esto es, tanto si el nivel está por encima de lo considerado ph justo como si está por debajo, será necesario volver a ajustarlo para garantizar el estado perfecto de la piscina.

​Antialgas

Están muy bien como ingredientes en recetas inspiradas en la cocina nipona pero cuando las algas se trasladan al interior de la piscina no son tan bien recibidas y es que son sinónimo de una mala desinfección del agua. No es que de repente las vayas a ver como en el mar (mejor no les des demasiado tiempo en tu piscina para comprobarlo). Su presencia, al principio, se hará evidente a través del color del agua que se volverá verdosa y poco agradable.

Para luchar contra las algas será necesario acometer una buena desinfección de agua limpiando, no sólo las que veas en el fondo o las paredes, sino empleando un tratamiento antialgas apropiado y una limpieza profunda del filtro. Eso sí, si las algas ya se han instalado en tu piscina, aunque las elimines con mayor o menor esfuerzo, deberás mantener el tratamiento para que no vuelvan a aparecer.

​Floculante

Completando el catálogo de productos de limpieza y mantenimiento para una piscina perfecta encontramos uno de los grandes desconocidos: el floculante. Su principal misión no es tanto la desinfección del agua como evitar que esté turbia. Cuando la masa acuosa adquiere un tono blanquecino suele ser sinónimo de exceso de partículas en suspensión y, siempre que el problema no tenga que ver con el filtro, aplicar un tratamiento a base de floculante permitirá devolver a la piscina ese aspecto cristalino. El compuesto actúa como espesador de las partículas haciendo que se depositen en el fondo, escenario este del que resulta tan sencillo eliminarlas como pasar el limpia fondos.

​Otros productos

Aunque no siempre son necesarios, es posible que tengas que añadir al catálogo de productos para la limpieza y mantenimiento de la piscina aquellos destinados a luchar contra la cal. Su uso está especialmente indicado para aquellas piscinas con aguas duras que, entre otras cosas, pueden dificultar los procesos de desinfección del agua.

No obstante, más allá del cuidado del vaso y su contenido acuoso, no está de más prestar atención al jardín o el entorno en el que se ubica la piscina. El escenario en cuestión está sometido a cambios de temperatura y humedad al albor de los cuales, pueden proliferar todo tipo de hongos que afecten directamente a la pie. ¿Cómo combatirlos? Además de utilizando un calzado apropiado en todo momento, puedes emplear fungicidas.

​Tareas diarias y semanales

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La última de las claves para tener una piscina perfecta tiene que ver con las tareas propias del mantenimiento y es que, como decíamos, más allá de la inversión económica que supone tener este recurso en casa, su presencia implica cierta responsabilidad. Diariamente deberás limpiar la superficie del agua, con lo que evitarás que restos de hojas, insectos y otros residuos terminen por depositarse en el suelo y las paredes. Además, es interesante que compruebes los niveles de ph y cloro con frecuencia para ajustarlos cuando sea necesario. La limpieza del skimmer, filtro, paredes y fondo así como la reposición del cloro y otros productos completarán, semanalmente, las tareas inherentes al mantenimiento de tu piscina.

¿Estás decidido a tener tu propia piscina en casa? Aquí tienes algunas propuestas para todos los gustos: 17 piscinas pequeñas para patios y jardines pequeños.

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